jueves, junio 21, 2007

medidas

ese afán solitario de idolatrarte se me acabó hace años
esa empecinada y previsora voluntad de defender tu nombre
fue resbalando su curso violento hacia la coladera
incluso puedo decir que te me perdí un poco
mas tres cuartos
perdida y media


no entiendo la pesadez antigua de tus miembros
o la limpieza de tu rostro irreconocible
por uno o dos años de tus manos en sequía
dos o tres años de tu boca agatuñada y desértica

por eso el paso tranquilo de mi mente que no has tocado
-nunca- se niega ante la imágen acústica
te transforma ente paramnésico
veneno azul
de algún molusco comestible y salado en mi sueño

pero mi corazón
mi corazón es otra historia

ni siquiera barrer las hojas de verano prematuro
o mudarme de esta ciudad nacida y adoptada
por unos y otros
de jinetes acorazados
de santos alcoholizantes
y sangre interrumpida
bastarían para ceñirme a tu recuerdo
y no maldecir un poco
mas tres cuartos
maldito y medio

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me acordè de entes pilares de la familia
aauch!

Samuecchi dijo...

Los corazones nunca son otra historia
Son nuestra historia

Xoyoco Luperca dijo...

Hay recuerdos a los que uno queda íntimamente atado, aunque no se desee de esa manera. Hay vínculos de infancia muerta, también. Lo bueno del asunto es que tampoco eso permanece. Después, uno descubre que esta vida es una suerte de ejercicio en la que absolutamente todos los signos han sido convocados.

La quiero muchísimo.

Xoyoco Luperca dijo...

Me tomé la libertad de elegirla para "el juego". Pásele a mi blog; ahí encontrará las instrucciones =).