martes, febrero 26, 2008

26.02.89





Entonces uno se reconoce expandido, alcanzarse en un abrazo es recobrar un poco esa parte de uno mismo que ha sido desprendida.
El no haber tenido la capacidad de vivir en un campo más exacto es resultado de una debilidad que nos hermana, al igual que la tuya, y tú alejado de las letras.
Sin embargo hay en ambos, un indicio apenas, de interés por alguna atmósfera ajena, y que se desarrollan ambas de cada lado del espejo, contrario al propio, sin ser por supuesto un reflejo.
Entiendo que mi imagen se dispersa, y se rompe la barrera una vez tocada por mi dedo, pero debajo del agua sigue estando una parte de mí que no he perdido.

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