la casa está sola (te extraño lemur), y a uno no le queda más que ceder ante casi todo, menos ante uno mismo, a ese terrible deseo de apartarse a un lado, de perecer un día en el baño, ante ese lobo que arremete desde adentro.
no importa, otro día lavaré la ropa... hoy sólo los vidrios por recoger.
alguien quiere venir a hacerme compañía?
1 comentario:
También te extraño, hermosa. No puedes imaginar cuánto. Y cuánta falta me hacen también esas lágrimas en la cocina al preparar la cena de los martes, esa saudade entre dos que ivariablemente terminaba por volvernos dulces.
Un beso y un abrazo muy grandes.
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