quiero repetir un poco eso que nos han enseñado desde niños y finalmente ser humilde, dulce y bella. llegar a tu pensamiento como una necesidad básica, momentánea. ser un impulso de la ebriedad, o de la comodidad de encontrarnos bajo las sábanas. un impulso tan sólo, para no ser tan solos y heridos. detectar ese miembro rastrero, ese tentáculo que nos asfixia antes de que el llanto, el rencor y la venganza se disuelvan en una llamada, una cerveza y eventualmente en la carne. sabes que accederé, mi mirada te ha dicho que ése es mi papel.
será entonces cuando cada miembro de mi cuerpo se moverá o permanecerá inmóvil buscando tu satisfacción. acudiré en silencio a todo estímulo como una madre amorosa, cuando busques posarte sobre mi pecho, y olvidar. finalmente mi deseo no es ser una mujer, quiero ser tan sólo un receptáculo: tu instrumento de placer. de cualquier manera, la ficción y la mentira nunca serán ausentes, y sé cómo una palabra, un cuerpo o un momento, logran convertirse en un placebo. y luego marcharme.
1 comentario:
Mordazmente acertada mujer
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