domingo, marzo 30, 2008

plano, texas.

algo que me intriga demasiado es la estatica. en la tele o en un par de bocinas ademas de intriga me dan un poco de miedo.

algo que tambien me da miedo son las paredes de falso plafon, o cualquier otro material que se pueda romper con un chingazo. quiza sea porque tengo la impresion de que son mas faciles de penetrar por cualquier cosa que una de ladrillo o adobe. y por cosa me refiero a lo desconocido.

algo que no me da miedo pero hacia mucho tiempo que no experimentada era estar sola en una casa llena de gente dormida. dormir al lado de Ivan lo disminuye un poco, pero aqui el internet es mi unica opcion distractora, e incluso me distrae mas el segundero de un reloj de pulsera. talvez lo este usando mi madre, dormida a un par atras de metros de mi. y esque no puedo usar audifonos por su corta extension y me tuerzo el cuello.

el caso es que las bocinas de esta compu comenzaron a emitir sonidos que dejaron de ser estatica.

las apague.

jueves, marzo 27, 2008

me caga hablar en ingles y brissa me dice salali (con acento en la i)

foto cortesia de la compu de mi prima.

viernes, marzo 14, 2008

es un secreto

Lo sublime del ser humano se encuentra cuando se lo roe, una herida que avanza poco a poco desencadena la locura, así la piel encarnada y el olor de la sangre despiertan a la bestia humana, la cual tendrá una mejor apreciación mientras las criaturas duermen, inconscientes y perdidas de sí mismas.

martes, marzo 11, 2008

recurrente

fiebre tiene un padre, y él al igual que ella, camina por las calles de la ciudad evitando los humos ásperos del ambiente, asimilando con sus manos el recorrido diario y variable de sus maldiciones en búsqueda de las tierras que saciarán su sed momentáneamente. su forma es oscura, y la amplitud de sus miembros invitan al recuerdo de la noche, en la que por supuesto, fluye más fácil el poder atrayente de su delirio, nombre aún desconocido por la criatura que no acepta razones.
delirio ha salido por la noche. el trayecto de ida y vuelta durará no pocas horas, sin embargo, para delirio, el tiempo no pasa tan tranquilo. en sus percepciones, la noche es menos que un sueño, es por eso que vive sus días insatisfecho, y en casa todos han aprovechado su ausencia para salir, y escapar de los filos de su lengua como un gran felino.
al llegar a casa, delirio ha sido destrozado por los primeros rayos del sol. el líquido que mantenía viva la superficie de su ser, a la que podríamos llamar piel, se ha derramado. sus cabellos, de día se han convertido en cerdas opacas y blanquecinas, exhaustas: han dejado de exhalar al aire los rastros oscuros que el padre heredara a fiebre. un suave y tierno lamento surge del centro exacto de su ser derrotado, y al descubrirse solo en el llano desértico que una vez habitaron los demás a su lado, se deja caer un poco más, se revuelca lentamente en su llanto delirante, silencioso y lleno de rencor.
al recordar esto, las llamas de fiebre disminuyen su alcance, y queda reducida a una pequeña flama en medio del fin del día. la oscuridad, como cada noche, se apodera del espacio de su habitación.

jueves, marzo 06, 2008

esperando el camión

incluso a fiebre le da frío. tal vez a tí te ha pasado, cuando tiritas envuelto en mantas y mantas, sudando la gripe o la cruda.
a fiebre le pasa similar: le cala el frío en un par de áreas sonrosadas en la porción de su ser que podríamos llamar rostro. cerrar los ojos tal vez implique un reto, pues esa mirada que calcina continúa sin importar las inclemencias del tiempo, revelando con fastidio el origen de su dulce furia contenida, al menos por estos momentos.
quizá no deba esperar el camión y subir para ir a casa, quizá lo único que la salve del delirio será recorrer las calles desatada, incendiar la ciudad completa como venganza, gritar la ira acumulada de la cual quedará oscuro rastro por los cielos.
la noche asimilará el desastre: y en casa de fiebre los muros siguen intactos, las pinturas claras y la comida toma calor sobre la llama de la estufa.

miércoles, marzo 05, 2008

intent

lo más divertido de un anónimo no es que te hagan un blog, lo realmente divertido de los anónimos es que te hagan treeeees blogs.


el contenido no importa, la intención es lo que cuenta.

domingo, marzo 02, 2008

a leg

Por las noches, a la hora de dormir, atada a su cama ella se siente desvanecida y comprende que su presencia, la de él, es controlada por algo insólito y encontrado más allá de sus fuerzas, donde las sombras se entrelazan incongruentes creando el ambiente propicio para la posesión: un hombre no puede controlar su destino, en las profundidades, ahí donde aún se es primitivo, una bestia como un lobo arremete. lo inhumano ha ganado el terreno y respira el ambiente. sus ronquidos han sido extraviados, sus cabellos encanecidos por el paso del tiempo en otra versión del mundo, donde es inhabitado, el cual lo calcina por completo, llenándole el cuerpo con la llama ansiosa por la carne.
Un nombre es suficiente, y ella siente hundirse un poco más en la cama, un ser extraño le acompaña durmiendo a su lado, poseso, perdido, irreconocible, y como un grito ella se levanta. El frío del piso le devuelve la consciencia, es un alivio recordar que no se pertenece a esa hoguera de misterio, donde los miedos hierven y se condensan en el cuerpo del hombre al cual solía conocer.
Ella sueña: recostado a su lado, él parece tranquilo, sin embargo admira cómo lentamente surge de la cama un patrón de manos entrelazadas. Comienzan a sujetarlo: brazos, piernas, cuello y rostro no serán liberados. La prisión onírica se vuelve un tormento agridulce mientras él sigue durmiendo, y el sueño de él dentro del sueño de ella, es apacible. Incluso su rostro demuestra la satisfacción y alegría de los que duermen hablando.
Al despertar, ha salido el sol. El hombre, a la luz del día, se apega un poco al recuerdo que ella sigue amando, e incluso el color de sus mejillas le devuelve algo de la humanidad perdida hace muchos años. Se levanta quizá sin darse cuenta de que existe la necesidad casi instintiva de repetir los hechos del día anterior, y ella se queda ahí: recostada con la mirada posada en el techo, rehusándose a continuar con la inercia insoportable de cada día, de todos los días.